Y es que entre que pienso la estrategia para conquistarte, armo en mi cabeza un entero plan para olvidarte. Un plan perfecto para sacarte y que no vuelvas más. Maldita sea la hora que te conocí, malditos los minutos que compartimos, maldita yo y maldito tu, culpable de que mi desesperado corazón no deje de latir ni un segundo. La estrategia es buena, te lo puedo asegurar; un poco de aqui, un poco de allá, y cuando te descuides en mis brazos vas a estar. El plan que tengo en mente no es peor que esta estrategia, dejarte atras no es mala idea y menos en un momento así. Pero de qué momento estoy hablando? Ah, si; del momento en el que te pienso y no te encuentro, en el que busco una excusa, o una mínima razón o fundamento desde el cual sostenerme para creer que, alguna vez, tu corazón sintió algo por el mío.


Que el amor es TODO, es TODO lo que sabemos del amor.