martes, 1 de febrero de 2011

QUIZA

Quizás perdió mi numero y no me pudo llamar para avisarme que no venia. Tal vez el colectivo llegó a tiempo pero cuando iba a subirse recordó que no contaba con monedas suficientes, por lo que tuvo que ir a un kiosco a cambiarlas. Probablemente estuvo esperando en la parada hasta que por fin optó por subirse a un taxi, y este dio con la calle equivocada, y ahora están luchando para encontrar la correcta. Seguro que cuando salio sintió mucho frío y tuvo que ir a buscar un abrigo a su casa. Capaz se cruzó a un conocido y en este momento está rogándole para sacarse una fotografía con él. Es muy posible que haya peleado con alguien y ahora esté llorando por aquella discusión. Puede que haya querido preparar una comida y se le quemó, y los vecinos se alarmaron y tuvo que llamar a los bomberos. En una de esas, todavía no son las dos y mi reloj esta adelantado. Quizá, solo quizá, no haya querido venir…


(yo te seguiré esperando cada día y si tu nunca decides regresar; yo me dormiré pensando en tu sonrisa, y te volveré a perder al despertar.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario